1. Los orígenes
La reina británica Isabel I mantuvo siempre una postura contraria a España y de apoyo a los focos conflictivos que surgían en Europa.
Pero lo que llevó a Felipe II a plantearse la invasión de Inglaterra fue el llamado Tratado de Nonsuch, por lo que Gran Bretaña se comprometía a ayudar militar y económicamente a los rebeldes de los países bajos en su lucha contra el gobernador español, a la sazón Alejandro Farnesio, duque de Parma.
El Tratado tuvo consecuencias unos meses después de su firma con el envío de 8.000 ingleses y buena cantidad de dinero al mando del Duque de Leicester. Aunque la expedición terminó en fracaso, acabó con la paciencia del rey FelipeII, que tomó la decisión de formar una flota que embarcará las tropas de Flandes y las llevara al corazón de Londres.
Como jefe de la empresa nombró a Don Alfonso Pérez de Guzmán, duque de Medina Sidonia, noble y leal y experto en el gobierno, además de poseedor del dinero para la financiación de la propia empresa, aunque su experiencia marítima es más teórica que práctica.
A pesar de su poca fe en los planes del Monarca, Medina Sidonia se traslada a Lisboa y en un plazo récord de menos de tres meses organiza los preparativos de una flota compuesta por 130 navíos con un desplazamiento total de 58.000 toneladas y un contingente humano, entre marinos, soldados, religiosos, nobles aventureros y criados de unas 30.000 personas. Junto a él van los marinos más distinguidos como Diego Flores de Valdés, Martínez de Recalde, Miguel de Oquendo, Moncada, Diego de Mendrano, Hurtado de Mendoza, Pedro Valdés, Gómez de Medina, Martín de Bertendona… El tipo de barcos que forman la Armada se distribuyen así:
- 20 Galeras
- 4 Galeazas
- 25 Urcas
- 35 Naos
- 10 Carabelas
- 10 Zabras
- 11 Pinanzas
- 20 Pataches
- 1 Falúa
El armamento constaba de 2.431 cañones, de los que 600 eran culebrinas de largo alcance, con una dotación de 50 balas de cañón por cada boca de fuego.
Sobre el coste de la expedición se manejan cifras diferentes entre 4.500.000 y 10.000.000 de ducados. Para ayudar a la financiación de la empresa, España logró del Papa Sixto V o la autorización para que el estado se incautarse de los donativos que debían llegar a la iglesia española.
Para su construcción se emplearían millones de sabinas (un árbol de gran dureza) procedente de la espesa zona boscosa de Monte Negro, hoy conocida como Los Monegros. Y tras la sangrienta batalla, ni barcos, ni condena por acciones de guerra, ni árboles. Tanto la Armada Invencible como el sabinar de Montenegro se fueron a pique.
A finales del siglo XV, tanto cántabros como vascos disponían de una gran red de astilleros a lo largo de sus costas, donde trabajaban expertos constructores y carpinteros de ribera (el 80% de los buques construidos para la Carrera de Indias lo fueron en astilleros de Cantabria y del País Vasco).
Con respecto a la construcción naval, merece la pena destacar la política de conservación de bosques elaborada con este objetivo por Felipe II, y plasmado en ordenanza reales, copiadas más tarde por los ingleses, que lograron la conservación de los bosques del norte de la península para los siglos venideros, y que por no mantenerse posteriormente, buena parte de la riqueza forestal de Cantabria desaparecería durante el siglo XVIII. También hay que señalar la importancia de Cantabria en esta época como base naval de la Armada. Durante todo el siglo XVI, sus puertos, sobre todo Laredo y Santander, son testigos de un continuo trajín de Armadas Reales por la salida o arribada de personajes de la monarquía y la aristocracia, que se desplazan hacia o desde el norte de Europa.
Por último, hay que señalar el episodio de la Armada de 1588. Para esta empresa Santander, representando Castilla, contribuyó con 13 galeones, 1.700 soldados y 300 piezas de artillería. Tras el desastre, los restos de la escuadra arribaron esta ciudad, planteandola muy graves problemas económicos y sanitarios, pero Cantabria estuvo como siempre junto a la Armada, aportando sus escasos recursos y el esfuerzo de sus gentes.
ANÉCDOTA: durante el siglo XVI las más importantes villas marinas de Cantabria fueron Colindres y Guarnizo. Cristóbal de Barros, enviado por el Rey Felipe II para revitalizar la construcción naval en el cantábrico, logró que de ello salida también la mayor parte de las armadas reales de Felipe II en su lucha con Inglaterra. Durante la primera mitad del siglo XVIII, Guarnizo, junto con la Habana, fue el principal astillero de todo el Imperio Español.
2. Travesía
El proyecto tenía un planteamiento simple. La flota atravesaría el canal de la mancha en formación compacta, evitando en lo posible el combatir reclamar.
He aquí un seguimiento de la ruta de la Armada durante el día a día de su expedición:
§ 30 de Mayo: Medina Sidonia se había visto constantemente acuciado por las prisas del Rey. El mal tiempo previsto obliga a la flota a tardar 20 días en llegar a La Coruña. Se tarda casi dos meses en la reparación de daños y en la recuperación de los enfermos.
§ 22 de Julio: La flota parte de La Coruña.
§ 26 de Julio: Las galeras, barcos más propios para mares más calmos que el Océano Atlántico, no pueden soportar las tormentas del Golfo de Vizcaya y abandonan la expedición.
§ 29 de Julio: La Armada se reagrupa a la altura del cabo Lizard para preparar su entrada en el Canal de la Mancha.
§ 30 de Julio: La Armada entra en el Canal de la Mancha en perfecta la formación sus ocho escuadrones. La flota inglesa es pillada por sorpresa, pues no esperaba tan pronto o la arribado de nuestra armada. Desgraciadamente se desestima la sugerencia de Flores Valdés de copar a los ingleses en el puerto y atacarles al abordaje, pero las órdenes del Rey eran claras: evitar el combate y dirigirse directamente al encuentro de las tropas del Duque de Parma.
§ 31 de Julio: Los ingleses comienzan a acosar los navíos hispanos.
§ 1 de Agosto: La Armada española continúa su lenta penetración en el Canal protegiéndose con una fuerte retaguardia.
§ 2 de Agosto: un grupo de navíos ingleses separados de su núcleo principal, fueron bombardeados por los navíos españoles.
§ 3 de Agosto: no hay acciones de guerra.
§ 4 de Agosto: se envían nuevos mensajes a Farnesio para que tuviera lista sus tropas para el embarque y que asimismo también proveyera de municiones a la Armada, ya que estas escaseaban peligrosamente. Varios navíos ingleses atacan a los dos barcos españoles más rezagados, a pesar de la superioridad inglesa el ataque es han rechazado.
§ 5 de Agosto: Sin actividades bélicas.
§ 6 de Agosto: La flota española fondea frente a Calais, Medina Sidonia sea toda la flota en un punto desde donde pudiera acometerse el asalto Inglaterra.
§ 7 de Agosto: Medina Sidonia recibe noticias de que Farnesio no había recibido ninguno de los mensajes anteriores pues habían sido interceptados por los rebeldes holandeses. Ahora Medina sidonia se contaba con que no había tropas que embarcar y además se enfrentaba el peligro de verse copado por las fuerzas inglesas a las que se habían unido medio centenar de naves holandesas
§ 8 de Agosto: Los ingleses envían ocho brulotes pero nuestros barcos eludieron el peligro sin problemas.
§ 9 de Agosto: Las municiones de los españoles están casi agotadas. Medina Sidonia decide olvidar la empresa y regresar a España. La flota inglesa sale en su persecución.
§ 10 de a Agosto: Se ordena el racionamiento de víveres.
§ 12 de Agosto: La flota inglesa abandonar la persecución.
§ 13 de Agosto: Para ahorrar agua, se ordena arrojar las caballerías al mar.
§ 18 de Agosto: Las tempestades se ceban en nuestra flota. Desde este momento la orden es el (sálvese el que pueda) y cada navío toma sus propias decisiones…
3. Consecuencias
Se han registrado hasta 26 naufragios ante las costas de Escocia e Irlanda, donde los náufragos fueron generalmente masacrados por los ingleses o los lugareños, aunque hubo excepciones, pues también hubo quien ayudaba a los náufragos tanto a instalarse su propio localidad como volver a España (por ejemplo, la legendaria historia del clan O’Briam del que se dice que salvó de la muerte a 200 marinos españoles.
Los navíos supervivientes foro llegando a las costas del norte de la península a lo largo de los meses de Septiembre y Octubre. El Duque de Medina Sidonia, deprimido y enfermo, se encerró su palacio de Sanlúcar, desde donde envió al rey un detallado memorial explicando las causas del fracaso.
Las pérdidas hispanas, cifras que varían según fuentes, se podrían cifrar en unos 60 barcos. Como pérdidas humanas fallecieron unas 20000 personas. Por parte inglesa no se conoce la pérdida de ningún navío y las humanas no llegarían al millar.
La derrota más amarga que saboreó España se debió al ámbito propagandístico, al demostrar que el Imperio Español podía ser vencido, y una exaltación de las destrezas navales inglesas que llevó incidir en la preparación de marinos profesionales y en desarrollar su artillería naval, lo que trajo como consecuencia del crear en breve tiempo la mejor marina del mundo.
Generalmente Medina Sidonia ha sido catalogado de ser un jefe incapaz y lleno de dudas, pero realmente, a las luces de modernos estudios, realizó una pobreza no sólo realizando en breve tiempo una armada tan poderosa, sino que cumplió con creces los objetivos que se le habían encomendado; trajo de vuelta a gran parte de la flota, no pudiendo los ingleses presumir más que de un hundimiento, siendo el resto provocados por la fatalidad y las condiciones atmosféricas.
Como anécdota, informar de que el calificativo de “Invencible” le fue dado, de forma irónica, por el secretario de estado de la Reina Isabel, William Cecil, en su panfleto publicitario “ The Spanish Invencible Fleet”.
Incluso en el año 1989 se transmitió un reportaje de la BBC en TVE realizado por historiadores de los dos bandos, con motivo del cuarto centenario. El reportaje sostiene que el fracaso de la Armada se debió a la imposibilidad, en aquel tiempo, de lograr que las comunicaciones entre los tercios y la marina funcionasen medianamente bien.
ANÉCDOTA: El gran consumo de madera que requería la construcción de esta empresa provocó la deforestación de una buena parte de Cantabria, sobre todo su zona oriental, que hoy en día puede apreciarse aún al compararla con la occidental. En Cantabria, se extrajo madera para reconstrucción de la Armada de multitud de lugares del interior como Marrón, La Cavada, Liérganes, Peña Cabarga, Reinosa, etcétera, y casi todos sus municipios que aportan un la riqueza de sus bosques para la construcción de navíos y cañones.
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